La coagulación por plasma de argón (APC, por sus siglas en inglés) es un procedimiento electroquirúrgicomonopolar para hemostasia superficial, desvitalización y ablación usando gas de argón ionizado. El argón es un gas inerte que puede ser fácilmente ionizado.
Comparado a las chispas generadas en la electrocirugía convencional, las chispas de la coagulación por plasma de argón son más largas y la aplicación es más superficial.
La conductividad del tejido disminuye conforme el tejido se va coagulando, por lo que se evita una extensa profundidad de penetración, la mayoría de veces no deseada.
La profundidad de penetración de la coagulación por plasma de argón depende de varios factores tales como el modo, el efecto, la distancia y duración de la aplicación. En caso de un uso convencional, la profundidad de la penetración es de aproximadamente 2 a 3 mm, aunque esta podría ser inclusive menor.