La hidrocirugía se utiliza con éxito en medicina desde hace varios años. Las estructuras tisulares se diseccionan con el chorro de agua de forma selectiva y cuidadosa. Los vasos sanguíneos y los nervios se conservan hasta una presión determinada, por lo que se pueden sellar los vasos con mayor visibilidad en función de su tamaño. Por otro lado, con la técnica de elevación mediante chorro de agua se pueden crear colchones de líquido en el tejido, así como separar las distintas capas anatómicas.
Las ventajas del chorro de agua a alta presión de un solo vistazo
Preservación de vasos sanguíneos, nervios y órganos.
Minimización de hemorragias, tratamiento controlado de hemorragias.
Alta selectividad tisular para una preparación y disección por planos.
Elevación mediante alta presión sin aguja para la creación de un colchón de líquido.
Buena visión del campo quirúrgico gracias a la irrigación y la aspiración integradas.